top of page
  • Beatriz

Se empieza a afianzar la aventura...


Ya tenemos algunas sesiones hechas, el “miedo” a la cámara se va perdiendo, no el respeto ni hacia la cámara y mucho menos hacia el equipo que participa en cada sesión.

Y ahora, ¿qué hago? ¿por dónde continuar? Es un mundo que desconozco totalmente y no sé ni por donde moverme.

Empiezo por el Facebook, ya tengo creada mi fan page, así que me voy metiendo en todos los grupos de fotografía que encuentro y voy viendo trabajos, no me apunto a ofertas porque todavía no me veo y aparte soy un poco desconfiada, prefiero primero ir viendo trabajos, siguiendo publicaciones y bueno, ver y observar un poco todo e ir aprendiendo.

Me voy inscribiendo también en las webs de fotografía que creo más principales y voy publicando mis trabajos y a la vez haciéndome fans de los fotógrafos, modelos, maquilladores, etc… que me van gustando, así me empacho y requeteempacho de fotografía, pero como me gusta tanto, no me importa, me encanta, por lo que puedo pasar tardes y tardes viendo trabajos.

Un día, recibo un mensaje a través de uno de los portales para hacer una sesión; alucinaba, mi primer mensaje y al poco otro, para mí todo un logro, ¡yo ya soy feliz! Ambos se llaman Luis, ¡qué casualidades tiene la vida! Pero bueno, eso es lo de menos.

Empiezo a hablar por whatsapp con uno de ellos, Luis Martín Ballesteros-Sílex PhotoStudio y después de echarme un rollo que no veáis, decido que sí, que hacemos sesión, de momento todo correcto hasta que me dice un martes que si me viene bien hacer la sesión el jueves o viernes, pero ¡qué prisas! Yo necesito planear las cosas con tiempo, con calma, pero bueno, he decidido empezar a cambiar y ahí está otro cambio, me organizo y le digo que el viernes, tampoco hay que estresarme desmesuradamente…

Y ahí estoy yo de nuevo, un jueves preparando todo y pasando una noche otra vez súper nerviosa y eso que dicen que tienes que dormir lo más que puedas la noche de antes, pues ea, yo hasta ahora no lo he conseguido.

Me acompaña mi marido hasta el sitio donde hemos quedado, descargo el coche y entro en el estudio, a todo esto, Luis sale a decirle que luego vaya un rato antes para hacernos alguna foto juntos, es un amor de persona.

La sesión transcurre, pues no sé como deciros, el estudio es súper pequeño, apenas cabemos nosotros dos con las maletas, me desconcierta, no me veo yo, no me encuentro en un sitio tan pequeño encerrada, me agobio, porque además es muy simple, es cambiar de vestidos, de decorados y ya está, las poses parecidas y poses que nunca he hecho porque hasta ahora no había estado en estudio, no me gusta la frialdad que transmite el lugar y eso unido a mi falta de experiencia me hace sentir muy rara, pero bueno, a pesar de que se me rompe hasta una media, con lo que tenemos que disimularlo, pedazo agujero se hizo y eso que eran de las que no se rompen... al final me voy acomodando un poco al lugar y a Luis, que a pesar de que es una súper persona, es la primera vez que trabajo con él y eso impone, pero vamos, que no me impuso demasiado y así, comiendo arañas y tomándonos ya el final un poco a guasa, empezó una de muchas otras sesiones que hemos hecho juntos y una gran amistad que ahora tenemos.


122 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page